por MENCHU » 31 Ene 2014 15:50
Este mensaje lo escribí unos días después de que se publicase el anuncio del cierre de Superforos:
"Estos días nos ha sorprendido la noticia del cierre del servidor donde se aloja nuestro foro. Por supuesto que hay soluciones para continuar disfrutando de un foro, pero lo primero que se me vino a la mente fueron los casi ocho años de historia de mi familia que contienen sus páginas.
Echando la vista atrás, recuerdo cuando en verano de 2006 recibimos el diagnóstico de la alergia de mi hijo Mario. Recuerdo cómo se me vino el mundo encima, al comprender el alcance de la noticia. Recuerdo las horas y horas rebuscando en internet, y las informaciones confusas, dispares, contradictorias y, con la perspectiva de los años puedo decir que incluso temerarias, con las que me encontré.
Recuerdo la tarde en la que llegué al foro de AEPNAA, aquella bendita tarde del 9 de agosto de 2006. Hacía un calor sofocante y me había dedicado a investigar mientras mi marido se iba a la playa con el niño. Allí, sentada ante el ordenador sentí cómo mi agujero negro se volvía ya un poquito gris. Fue una sensación indescriptible de alivio encontrar un lugar con madres que, como yo, andaban buscando soluciones para sus pequeños alérgicos. Y una sensación incluso física de relajación al comprobar que había otras madres con años de experiencia a sus espaldas, que respondían a las dudas, que orientaban a las recién llegadas.
Recuerdo que ese primer día me enteré de qué cereales podía usar para las papillas del niño y cuáles no. Recuerdo haber leído por primera vez sobre la adrenalina y recuerdo también la sensación de haber llegado a mi casa.
Mi primer mensaje refleja la angustia de esos días. Tras registrarme, sin presentaciones previas, sin ambages, me lancé a preguntar mis dudas... sobre una sémola. Y, para mi sorpresa, a los pocos minutos, ya recibí una respuesta, a la que siguieron otras más. En cuestión de unos días me asocié y tuve acceso a ese maravilloso foro de socios del que hemos disfrutado durante años y años.
Con el paso del tiempo comencé a participar con asiduidad en el foro y, poco a poco fui capaz de hablar de otras cosas, no sólo de avasallar a los demás con preguntas y dudas, sino de conversar con esas personas con las que contactaba diariamente, de compartir bromas, conversaciones sobre viajes, sobre literatura, sobre la familia... Incluso pude comenzar a ayudar a los demás. Pude comenzar a devolver el bien que hizo por mi AEPNAA cuando desembarqué en este mundo que no conocía. Esta, mi gran familia forera, consiguió cambiar mi visión sobre la alergia: Era un aspecto más de mi vida, pero no el centro del universo.
Aquí, en nuestro foro, están contenidos algunos de los momentos más importantes de mi vida: las revisiones de mi hijo, sus problemas con la escolarización, con el visado de fórmulas especiales, su proceso de desensibilización, la superación de sus alergias... Pero también tantos otros momentos bonitos de su vida, el nacimiento de mi hija, la alegría por los logros de ambos, su evolución como personas y la mía como madre.
Y sobre todo, lo más importante, es que gracias al foro conocí a algunas de mis amigas más queridas. Amigas de las de verdad, de las que duran para toda la vida. De las que siempre están. De las que te ofrecen su casa sin que ni siquiera hayas escuchado su voz. De esas que dan color a tu vida.
Y no me extraña haberlas encontrado aquí, precisamente aquí, en este foro, porque en nuestro foro se respira compañerismo, se respira humanidad, amor, calor, amistad a manos llenas. Es inevitable; una vez entras a formar parte de él, te impregnas de solidaridad, de generosidad, de empatía. Nuestro foro me ha hecho mejor persona. Y me ha hecho vivir y disfrutar del voluntariado por primera vez en mi vida."